"...hay romero, eso es para el recuerdo...".

 

Ophelia, en Hamlet

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El romero es esa planta que tenemos tan a mano y que la verdad, lo tiene todo. En infusión, aceite esencial y añadido a los platos es digestivo, descongestivo hepático, diurético, tiene cierta acción antibiótica, es antiinflamatorio y un gran descongestivo nasal... en crema, macerado en aceite, tintura o aceite esencial diluido es fantástico para los dolores musculares y en cosmética y limpieza, es una de los desengrasantes más poderosos. En fin, poco más se puede decir de esta planta cuyo nombre Rosamrinus proviene del latín y significa "Rocío de mar".

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El romero se viene utilizando desde la edad media, ya que curiosamente no hay constancia de usos anteriores por la

mayoría de las culturas mediterráneas y europeas en general y es una joya al alcance de todo el mundo. Una de mis propiedades favoritas es la de limpiador hepático y lo suelo tomar todas las primaveras y otoños, junto con otra que estoy a punto de desvelaros.

 

Esta vez no vamos a hablar de sus beneficios en general si no de uno que viene muy al caso en esta época en la que

tantas personas están realizando sus exámenes de fin de curso o cualquier época en general en la que necesitamos concentrarnos o memorizar. Nos centraremos pues en el uso del Romero en su forma concentrada de Aceite esencial para la estimulación de la memoria y claridad mental y el refuerzo de la presencia, el aquí y el ahora.

 

El Romero en Aromaterapia y a pesar de ser siempre la misma variedad, Rosmarimuns officinalis, se puede presentar en tres formas dependiendo de su quimiotipo,  esto es,  de la presencia de una u otra molécula, el ​romero quimiotipo 1.8-cineol, el romero quimiotipo verbenona y el romero quimiotipo alcanfor. Aquí nos centraremos en el primer tipo sobre el que se han hecho estudios en ancianos (https://newsroom.northumbria.ac.uk/pressreleases/rosemary-aroma-may-help-you-remember-to-do-things-1195697) y estudiantes (O.V. Filiptsova, L.V. Gazzavi-Rogozina, I.A. Timoshyna, O.I. Naboka, Ye.V. Dyomina, A.V. Ochkur,​ ​The essential oil of rosemary and its effect on the human image and numerical short-term memory), donde por fin y después de cientos de años se ha confirmado científicamente su poder sobre la memorización y la capacidad cognitiva, como si esto fuese necesario y siempre insisto en este punto porque la ciencia no siempre se hace en universidades o laboratorios privados y es algo que siempre está en continua evolución. Según la doctora Jemma McCready, estos estudios "Apoya nuestra investigación anterior que indica que el aroma del aceite esencial de romero puede mejorar el funcionamiento cognitivo en adultos sanos..."

 

En casa lo usamos en el difusor, inhalado, tanto para purificar las estancias como para traer concentración y presencia en momentos en los que la dispersión no es bienvenida, (hay otros en los que sí). En la filosofía Antroposófica el Romero también está asociado al cuerpo físico y a la presencia. Poner ramitas de romero aquí y allá, también nos ayudará a estar más a gusto, ya que su aroma influirá muy positivamente en nuestro estado de ánimo aportando tranquilidad y concentración.

Recordad recolectar siempre las plantas en la época en la que la savia no circule haciendo cortes limpios y a poder ser en luna menguante y siempre siempre en lugares limpios alejados de fuentes de contaminación.

 

¿A qué esperas para incorporar el Romero a tu vida?