Su majestad el Limón.

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Hola, queridos y queridas. Hoy os voy a hablar del Aceite Esencial de limón. Si hay un aceite esencial que me gusta (aparte de otros muchos, pero este en especial) es el de Limón.

 

En realidad el limón no es un aceite esencial, si no una esencia, y sobre esta diferenciación también hay confusión. Es una esencia y no un aceite esencial cuando se obtiene el líquido exprimiendo la cáscara de la fruta, en concreto de los cítricos y es un aceite esencial, cuando se destilan, o se aplican otros procesos para su obtención a sumidades floridas, hojas, raices, semillas, cortezas y demás.

La cáscara del limón y sus hojas tienen unas propiedades y energías parecidas, así que no haré distinción al describirlas.

 

La raza química de este aceite apenas varía de un lugar a otro o de unas condiciones de cultivo a otras, esto es, su quimiotipo y propiedades son las mismas, estando formado por:

Monoterpenos : limoneno (67.04%), beta-pineno (11.58%), gamma-terpineno (9.28%), sabineno (1.83%), alpha-pineno (1.75%), y
Aldehídos : géranial (1.22%)
Ésteres terpénicoss : acetato de nerilo (0.50%), acetato de géranilo (0.41%)
Sesquiterpenos:beta-bisaboleno(0.46%), alpha-trans-bergamopteno (0.29%)

 

El Aceite esencial de limón es como un concentrado de las propiedades de su jugo, para entendernos y hablando coloquialmente.

 

Sus usos a nivel físico o médico son el de descongestionante hepático, ayuda en las digestiones, carminativo, regulador del metabolismo, bactericida y antiséptico, refuerza el sistema inmunitario y ejerce un efecto alcalinizante. El A.E. de Limón es “Vitamina P-Like”, esto es, su configuración molecular es similar a la de la vitamina P, por lo que actúa sobre la microcirculación, fluidifica la sangre y fortalece los tejidos en general.

 

A nivel emocional, espiritual y psíquico, el limón es el aceite del tercer centro energético por excelencia, nos ayuda a digerir lo que nos llega del cielo y de la tierra, desarrolla claridad mental y concentración, capacidad de adaptación, reafirmación, nos aleja del egocentrismo que responde a necesidades infantiles no satisfechas, nos ayuda a concretar, ayuda con la astenia y la fatiga e ilumina en la depresiones (los ésteres). Nos invita a reconocernos con alegría tanto a nosotros como a los demás sin prejuicios y empuja a vivir la vida.

 

El A.E. de limón se puede ingerir en dosis determinadas, mezclado con un aceite vegetal, miel o un terrón de azúcar moreno, se puede usar en difusor o en un pañuelo o aplicar en masajes, diluído y con cuidado de no exponerse al sol, ya que es fotosensible.

 

¡Venga! ¡A qué estáis esperando para usar esta joya!